Por Ricarda Morán Merino

martes, 8 de marzo de 2011

¡Cómo era antes la Corredera!

“Eran otros tiempos”

La calle más importante de Arroyo, “La Corredera”, no es ni mucho menos lo que era antes, lo importante que era, la vida que tenía, los comercios y tiendas, las personas… han pasado a la historia, a una historia olvidada.
Hoy puede ser un buen momento para recordar lo que había y cómo no, recordar a sus gentes.
Puede ser que me quede a alguien sin nombrar; seguramente, pero no he querido ir preguntando a los más viejos, solo cuento con lo que yo recuerdo, eso sí ayudada únicamente por mi hijo Ángel para guardar algún orden, pues yo sé mucho de trabajo, pero poco de letras, por lo que os pido sepáis disculpar algún error si aparece.

En la plaza de San Sebastián al principio de “La Corredera”, bajando a la derecha se encontraba el Bar de Zotito, actualmente Bar Espino, enfrente el Ebanista, por debajo del Bar Espino La Taberna de Santano que actualmente es el Bar Ramos. En frente se encontraba la carnicería de José corchete; a su izquierda el Zapatero Hisopo, en frente el sereno Peloto, igualmente en frente Leandro Carrero y Teodoro, que tenía un camión y coche de viajeros, en frente Benito el Rojino, a la derecha el comercio de comestibles de Emiliano Carrero; en frente Julio “el Perdí” el sastre, unas casa más abajo la barbería “El Peque”, a su izquierda la Taberna de Victoriano y Luís Salado, en frente la taberna y comercio de Lucio Salado, a la derecha Fabio “El Sillero”, en frente el Correo, a la izquierda la Librería de Casto Marín, seguido vivía el sereno Sotero, en frente vivió el insigne maestro D. Florencio García, en la misma casa existía una barbería regentada por Jesús que tenía un apodo muy singular “El niño sin malicia”, a su derecha vivió Juan el “Clavel”, que era tratante de finca, a su derecha la zapatería de los hijos de Félix Ramos, en frente la del padre Félix Ramos, a su izquierda la carpintería del Tío Pino, que hacía maletas, puertas y matracas; seguido de la carnicería de Esdras Corchete, “mi padre”; a continuación José Lucas almacenista de aceite, en frente la casa de Benigno el electricista, padre de Antonio Terrón, después la casa del señor Fernando Prieto, seguido de la casa de teléfonos que vivía arriba Dª Herminia, maestra nacional que tenía la escuela en la casa de la cultura; a su derecha la casa de D. Basilio Pacheco “El Cieguito” padre de Puri Pacheco, en frente la taberna del Tío Vivas, que moraba arriba D. Gregorio el cura, en frente la casa de Simón “El Quico”, y también en frente de las en una de las cuatro esquinas el comercio de José la Conseja.
A partir de las cuatro esquinas vivió el médico D. Vicente Criado Valcárcel, y el veterinario D. José Criado Valcárcel, a su izquierda la casa del cura D. Pablo, seguido por el comercio de Pablo Berrocal y la tahona de Cordero. En la otra acera en el comienzo de las cuatro esquinas, estuvo el comercio de tejidos de Jesulino Márquez, que después fue de Eugenio Tato seguido de la sastrería de Jaime y Julián “el Perdí”; más adelante la taberna de Luis Salado, a su derecha el veterinario D. Domiciano Espada y su hijo D. Vicente Espada que fue alcalde del pueblo desde 1954 a 1960, después la casa de D. Antonio el juez que impartía clase a los muchachos por la noche, seguida por la casa de la “Arrepentía”, seguido del comercio de la Uwalia, la hija del aragonés, que después paso a ser el comercio de Julián Tato.
 
En frente se encontraba la casa del maestro D. Manolo Cazurrino y su hermana que se llamaba Teresa, seguido de la barbería de Bernardo, la taberna de Alberico que la mujer se llamaba Amelia, el comercio de Pajares, seguido del comercio de la “Nita”, encontrándose en dicha casa en la parte superior la guardería de Sofía Macayo, seguido la casa donde vivió Barrera y después el notario, y Rodilla que puso una exposición de muebles; a su izquierda la farmacia de Manuel Rosado. En la otra acera el comercio de Vito Reveriego, seguido por el comercio de paños de Sixto Reveriego, el palacio de el Judío, la dulcería de Isabel Sales y el casino de los Señores, en la misma acera el comercio de Enrique Márquez; en frente el estanco de la Quete donde vivió la maestra Dª Valentina; la taberna de Juan Pozo que actualmente es el comercio de Antonio Terrón, en frente se encontraba la barbería de Santo el “Rojo” y su hijo el practicante Santos Salomón, a su derecha la carnicería de Sofía la Bajonda, seguido de la casa de los Catalanes que tenían una fábrica de corcho, el comercio de Juan Tato, la casa de los Suaves, los padres le regalaron un manto a la Virgen de la Luz, el mejor de todos los que posee, en frente el telégrafo, a su izquierda el comercio Espejo que pasó a ser la taberna de Elvira León, pasando posteriormente a ser la casa del señor Emigdio, que tenía un telar de lienzo y alforjas, dando nombre a los “Telares”, lo que es actualmente la calle Regajal, estaba en frente de la actual Parada de Autobuses, le seguía la casa de Eufranio Cordero, seguido del veterinario D. Olegario y su mujer Mercedes; en la otra acera el comercio de Eugenio Franco que pasó a ser de Emiliano Terrón, seguido por la casa de Magdalena Orozco, donde vive D. Ciriaco arcipreste de esta villa, la central de la luz, la taberna del “Pelirrojo”, pasando posteriormente al Bonito que tuvo el comercio en la planta baja y el salón de baile encima, la casa de D. Flores el médico, a su derecha la botica de D. Fernando, en frente el bar de Nieto, pasando a ser el comercio de Molinero siendo actualmente el banco.
Esto era más o menos La Corredera hace muchos años, algunos sentirán nostalgia al recordar esto, y creo que la mayoría sorpresa, pues en una sola calle había más vida que ahora en medio pueblo, eso sí, se vivía peor que ahora…
… eran otros tiempos.



1 comentario:

  1. CREO RECORDAR, QUE AL LADO DE TELEGRAFOS ESTABA LA FARMACIA DE DON AQUILINO DIAZ MONFORTE, (SU MUJER CLAUDIA CARRASCO)JUSTO ESTABA FRENTE A LA CASA DE LOS CATALANES.

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